Los relojes Atmos son piezas excepcionales tanto por su manufactura como por la calidad de sus componentes.

En la mayoría de los casos, Las causas que hacen que un reloj de este tipo deje de funcionar se podrían englobar en tres grupos. Problemas con la suspensión, problemas con el“motor” y por último problemas propios del paso del tiempo.

En cuanto al primer grupo, la suspensión, es un hilo muy fino de un acero especial, del que cuelga y pivota el disco o masa oscilante. Tanto una mala manipulación como su rotura, da como resultado la necesidad de su sustitución.

El “motor” esta ubicado en la parte trasera de reloj, protegido por un embellecedor en forma de cuenco. Su componente principal es una cápsula con forma cilíndrica y pliegues semejantes a los de un fuelle. Está llena de un gas que es responsable de que ésta, se dilate y contraiga con las variaciones de la temperatura. Estos movimientos son los que “dan cuerda” al reloj de forma continua.

Como ocurre con cualquier recipiente a presión, con el paso del tiempo y debido a micro-poros, este gas se puede ir perdiendo poco a poco. Ligeras pérdidas dan como resultado un descenso del rendimiento del “motor”, hasta que al final se vacía completamente y el reloj termina parándose. Para solucionar este problema es necesario revisar y “recargar” de gas esta cápsula.

Por último, un Atmos se puede parar sin tener ninguna pieza defectuosa o rota. El paso natural del tiempo hace que se acumule suciedad en las partes móviles aumentando el rozamiento hasta pararlas. Esto ocurre aunque estos relojes se encuentran aislados del entorno y como norma general no antes de los 20 años de funcionamiento. En este caso la solución será una revisión, limpieza y reajuste del reloj.

Una vez recibido el reloj, nos suele llevar de 6 a 8 semanas como norma general para una revisión convencional.

La revisión se realizará la primera semana y el resto del tiempo el reloj permanecerá en el taller funcionando donde se realizarán los correspondientes ajustes.  Hay que tener en cuenta que en este tipo de relojes cualquier cambio de estado, como por ejemplo una limpieza, requiere un periodo de estabilización muy largo.

No obstante para cada caso concreto se consulta previamente con el fin de obtener una idea orientativa de la demora.

Recomendamos que antes de mandar el reloj Atmos se contacte telefónicamente con nosotros. No dude en expresar cualquier duda que tenga sobre la revisión o sobre el presupuesto.

A la hora de enviarlo, lo primero que hay que hacer es bloquear el péndulo.

Una vez realizado esto se podrá manipular sin riesgo de dañar nada. En cuanto al embalaje, lo más adecuado es el sistema de doble caja.  Primero se envuelve el reloj con plástico de burbujas y se coloca en una caja de cartón que entre bastante ajustado. Seguidamente se introduce ésta en otra caja ligeramente mayor, con mullido de corcho blanco o similar, rellenando el hueco entre ambas cajas.

Los servicios de correos disponen de este tipo de embalajes de diferentes medidas. Un reloj es un artículo delicado y toda protección es poca.

Por último se recomienda asegurar el paquete por un valor no inferior a 1.000€.   A la llegada del reloj a nuestro taller, se le realizará una primera inspección y nos pondremos en contacto con el propietario para avisar de la recepción del mismo así como para comentar cualquier cosa que proceda.